sábado, 17 de noviembre de 2018





Una oleada de protesta trajo al país las reformas al INSS, así como la disminución de pensiones en un 5% mientras, se quería aumentar las cotizaciones de trabajadores y empresarios, pero lejos de conducir a un diálogo entre las partes sociales interesadas, más bien se quisieron imponer por medio de un decreto presidencial, y por un breve instante el gobierno echo pie atrás, pero las protestas no cesaron, todo lo contrario se extendieron a lo largo y ancho del país, La nación entera estuvo varias semanas convulsionando socialmente entre barricadas, quemas de llantas y enfrentamientos desiguales entre estudiantes y ciudadanía desarmada



contra una policía apoyada por paramilitares y el ejército bien armados, que formaron la defensa de hierro para la pareja de perturbados mentales, que los dirigía desde el Carmen como si fuese un faraón, dirigiendo desde su trono a sus leales tropas, hasta el 23 de Abril cuando un maremoto de manifestantes recorrió las calles de Managua,  contados por miles  formado por una juventud valiente y decida y la sociedad que ya cansada de tantos atropellos del régimen, decidió demostrarle a los Ortega Murillo, que lo mejor para el país era negociar su salida y  550 muertos después, el dialogo parecía posible lo que dejaba en evidencia


 el fracaso de un modelo totalitario y déspota, pero luego de la inmensa marcha del día de las madres que por cierto costo 11 muertos y 79 heridos y que  fue la respuesta del gobierno a una protesta muy diferente y superior a todas las anteriores,por lo que  todo lo sucedido hasta la fecha, solo ha traído al régimen el aislamiento y repudio internacional, sumado a las sanciones económicas tanto a nivel personal como de gobierno, pero ésta crisis dentro del partido de gobierno, no es nueva no es de poca edad, ya que desde que Ortega recuperò el poder después de perderlo en los 90, lo condujo a una nueva y larga travesía de reorganizar al partido sandinista


 con los despojos humanos que le habían quedado, para de alguna manera lucrarse personalmente  lo que alejo de las filas a nombres conocidos, entre ellos Henry Ruiz, Jaime Wheelock y Luis Carrión así como , las comandantes Dora María Téllez y Mónica Baltodano, el ex jefe de la policía René Vivas, la poetisa y novelista Gioconda Belli y el escritor Sergio Ramírez Mercado ,  tomaron distancia al ver que estaban frente al sueño mal logrado de una revolución, abandonando un partido y una causa que a todos ellos les costó en muchos casos cárcel y torturas pero que ahora era parte te las propiedades de la fuerte mujer dentro del gobierno






 llamada Rosario Murillo, quien astutamente se rodeó de sus incondicionales sin escrúpulos con cuya complicidad ejerce el poder de manera sanguinaria y aprovechada, y con la que pretende instaurar una dinastía bestial, donde sus hijos asumen responsabilidades de estado, incluso sustituyen a los ministros y al  canciller de la república, lo que nos indica que el poder está centrado en la familia dinástica, donde la  pareja de dictadores y su grupo de incondicionales a  los que les proporciona cargos públicos, diputaciones  y hasta asociaciones en negocios o empresas de dudosa procedencia, alimentan el caudillaje de una figura poco a poco opacada por las protestas pacíficas donde la juventud heroica ha dejado bien claro


“SI EL PRECIO DE LA LIBERTAD ES MI VIDA, YO PAGO  “

0 comentarios:

Publicar un comentario