Para los cristianos, es
necesario mantener una posición firme frente a los poderosos y la injusticia social,
desde sus inicios los cristianos se vieron confrontados con el poder por su constante
oposición ante la injusticia social,
No olvidemos que la paz está íntimamente relacionada con el
bienestar de cada individuo, pero principalmente con el respeto a la dignidad y
derechos de cada uno por separado, ya que todos somos iguales ente Dios y ante la violencia de esos derechos la
respuesta de Jesús fue el dialogo , el entendimiento entre los hombres, la
tolerancia y el respeto ya que era un hombre que creía ciegamente en el amor entre
hermanos, por lo cual nunca respondió ofensa alguna ya que profesaba poner la
otra mejilla , ni tampoco daba la
espalda a las injusticias a los atropellos de la época.
Lo antes expuesto nos
indica, que la comunidad evangélica nicaragüense, tiene un ineludible compromiso con su deber ético y moral pues se
espera proclamen el evangelio y el
nombre de Dios y sobre todo ser partícipes de una mejor sociedad. La iglesia en sí, está
llamada a ser un factor positivo una constante de aliento construyendo una
sociedad de paz, justicia y valores éticos y morales y así enfrentar las injusticias los crímenes y las
violaciones a los derechos, de cada uno de los miembros de la sociedad por lo cual no puede permanecer
inmóvil ante todo lo que este divorciado
del amor al prójimo.
La iglesia evangélica tiene
un reto extraordinario, como es ser factor de motivación y de motivo permanente
al dialogo y el consenso, entre todos y cada uno de los involucrados en este
estallido social que como país enfrentamos y aceptar que es la única manera
inmediata que tenemos para resolverlo de la mejor manera, deben asumir el reto
de ser la voz de los que han callado, sin olvidar que todos somos hermanos y
que igual soñamos con nuestra amada Nicaragua en paz, en armonía y unidad.
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