miércoles, 14 de noviembre de 2018


El 14 de Julio del presente, será recordado como un fecha infame para la sociedad nicaragüense, pues mientras Daniel Ortega se encerraba en la estación de policía de Masaya custodiado por varios paramilitares y policías , falsamente afirmaba que había ordenado a la Policía no disparar contra la población, en Managua fuerzas paramilitares acompañadas de agentes policiales comenzaron a atacar sin clemencia a los jóvenes atrincherados en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua).
Todo empezó en la rotonda universitaria a las 2:35 pm cuando una horda de paramilitares todos trabajadores de los distritos de la alcaldía, incluso estudiantes de los convenios entre la alcaldía y la Unan-Managua, fuertemente armados comandados por el "J" y sus lugar tenientes "Julio y Cadete" y con buen apoyo logístico, gritaron “viva el frente sandinista” “viva Daniel” y comenzaron el cobarde ataque contra estudiantes armados con morteros y tiradoras, pero cubiertos de mucha valentía y amor por Nicaragua. Luego de casi 4 horas de resistencia los estudiantes fueron replegados al interior de la universidad donde buscaron refugio.



Algunos de ellos se filmaron pidiéndole perdón a sus madres y despidiéndose de sus familias, pues tenían seguro que morirían esa noche, habían muchos estudiantes heridos quienes eran atendidos por estudiantes de medicina y evacuados en lugares considerados por ellos seguros dentro de la universidad, la desesperación era evidente en cada rostro asustado de unos niños convertidos en hombres, de unos estudiantes, convertidos en soñadores y labradores de porvenir.




Al desalojar a los estudiantes de sus barricadas los paramilitares entraron en los predios de la universidad por el CDI Arlen siú, prendiéndole fuego de manera inmediata, pues pensaron que habían estudiantes escondidos, luego siguieron su ruta de sangre hasta llegar a las instalaciones de la unidad de transporte de la universidad, donde encontraron poca o ninguna resistencia puesto que los estudiantes seguían huyendo buscando la salida, y a su paso los para militares destruían por donde pasaban con el pretexto de buscar estudiantes y “darles piso”.



El ataque que persistía hasta la noche, continuaba por el sector de la iglesia de la Divina Misericordia de Villa Fontana, donde los estudiantes se habían refugiado y llevado a sus heridos entre ellos Gerald Vásquez, quien en un acto de lealtad a sus compañeros y ya herido, decidió regresar a ayudar a salir a los que aún se encontraban dentro de la universidad, y en ese gesto resulto muerto al cruzar una de las barricadas, su cuerpo pasó tirado casi 2 horas pues los paramilitares evitaban a balazos que se lo llevaran .



Ya estando los estudiantes dentro de la iglesia el feroz ataque continuaba hasta las 7:35 am del día siguiente, donde las paredes de la iglesia Divina misericordia, son mudos testigos del horror vivido por los estudiantes, esa fatídica noche de julio.





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